A pesar de que a Meredith no le gustaba la idea, Derek se lleva a Cristina a un viaje de pesca para alejarse un poco de todo. Mientras tanto Teddy, quien se siente perdido sin Cristina, concentra todos sus esfuerzos y compasión hacia un paciente moribundo quien no tiene un buen seguro que lo cubra.
Y, después de ¿9 capítulos? conseguimos ver a la verdadera Cristina Yang gracias a, nada más y
nada menos que, Derek y su táctica de pesca a la que Meredith tanto
se negaba y puede que haya significado la vuelta de la gran cirujana
de la serie. Me entraron ganas incluso de aplaudir cuando ví que se
le saltaban esas lágrimas mientras sujetaba a aquel pez porque por
fin comprendió que la vida humana es lo más importante para ella;
salvar vidas es su vida, para lo que ella ha nacido y tanto ha
luchado.
Todavía estoy intentando averiguar qué
pinta en esta serie un personaje como Hunt. Es que, a ver, no es que
lo odie o algo por el estilo, simplemente no me gusta para Cristina.
Sé que es un personaje que ha pasado por mucho pero me parece tan
débil hasta llegar a un punto surrealista que no, no me gusta.
Ver a Bailey tan feliz, saca lo mejor
de mí, sin duda. Por fin ha conseguido lo que ella quería, o eso
parece. Espero que la mantengan en esa felicidad porque es un gran
personaje y ha pasado por tanto que pienso que ya es hora de que la
estabilicen un poco.
Y, al igual que me alegra ver a Bailey
tan feliz, odio que Callie lo esté pasando tan mal con el tema de
Arizona. Adoro su amistad con Mark Sloan pero, de ahí a algo más,
ya no, lo aceptaba en un pasado pero no ahora, porque Sloan tiene que
terminar con Lexi, aka Little Grey, sí o sí. Pero ESE final, me ha
dejado con ganas de más y saber qué es lo que va a pasar en la
relación Callie – Arizona, aunque ya me huelo algo y he de decir
que me encanta.
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