Mientras las chicas se ven obligadas a permanecer en Rosewood, las preguntas sobre el neuvo misterio sale a flote. Una Aria inquieta empieza a parecer sospechosa mientras se dirige de vuelta a un pequeño Boston demasiado rápido. Pero, ¿podría Aria estar realmente detrás de esto? Como Spencer, Emily y Hanna se encuentran de nuevo en territorio familiar, no están contentas sobre buscar la solución de este rompecabezas "de la manera antigua." Mientras tanto, Emily sigue mintiendo sobre su vida en California y Alison mantiene una estrecha vigilancia sobre sus amigas.
Un nuevo capítulo igual de intenso que el primero con ese toque de madurez tan característico de esta nueva temporada que envuelve a las chicas. Han comenzado las sospechas y esta vez ha apuntado a una de las Liars: Aria.
Sinceramente, me ha parecido fatal por parte de Hanna no terminar de confiar en Aria por muy sospechosa que pareciese. Eso sí, ha actuado genial en cuanto a Alison y no ha adelantando hechos que pudieran no ser ciertos evitando que su amiga Aria terminara juzgada. Igualmente, Aria se mete en los problemas ella sola porque es normal que Alison piense que está ocultando algo cuando decide irse de la ciudad un día antes de lo que pretendía. La verdad es que no me gusta nada el personaje de Alison y nunca lo ha hecho. Y, bueno, desaparecer en mitad de la noche tampoco la ayuda mucho.
Me ha encantado la breve escena Haleb que nos han regalado en este episodio, compartiendo pequeños detalles del pasado que ambos han adorado. Hanna es muy feliz y es adorable verla así. Sin embargo, pienso que su prometido es demasiado perfecto por lo que no me termino de fiar de él aunque quiera.
No entiendo la relación entre Spencer y Caleb. Vale, sí, parecen muy buenos amigos y han pasado una noche espléndida en Madrid, ¿pero? Los veo demasiado cercanos como para no tener algo más, por lo que entiendo perfectamente que Hanna se ponga celosa ya que sigue sintiendo algo por Caleb, aunque sea mínimo. Estoy segura de que a Spencer tampoco le haría gracía ver a Hanna con Toby, las cosas como son.
Ezra me está volviendo loca. Su estado no me termina de convencer del todo. Entiendo que no esté en su mejor momento por todo lo que ha pasado y la muerte de esa chica con la que parecía que compartía una buenísima relación pero lo veo muy exagerado. Solo espero que no tarde mucho más en retomar su vida. Tengo miedo de que haya perdido la cabeza y sea capaz de tomar malas decisiones.
Me da muchísima pena Emily. No sé qué esperar de ella y mucho menos me imagino nada sobre su supuesta enfermedad, ¿tal vez cáncer? Es que no lo sé y no quiero que sufra porque, sin duda, en esos cinco años de diferencia con las otras temporadas es la más que ha sufrido de todas. Me parece muy tonta por no contárselo a sus seres queridos y tener un apoyo, así pienso que lo único que está consiguiendo es sufrir mucho más.
Escucharla en la tumba de su padre hizo que se me encogiera el corazón y la entiendera un poco más.
Eso sí, me dejó un poco desconcertada esa escena final con Sarah y la limusina. No me fio de Sarah, por supuesto que no, pero sería demasiado obvio que ella fuese la culpable. Aún nos queda mucho por ver.
No puedo terminar esta entrada sin decir lo muchísimo que adoro volver a ver este tipo de escenas, sobre todo en las que las protagonistas son Hanna, como siempre, y Spencer.
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